lunes, 23 de junio de 2008

UNA MUSA


FERNANDO VELASQUEZ

había una musa tirada en el pasto. me senté a su lado y la saludé. lo hice porque a pesar de que no se me hace fácil hablarle a desconocidos, yo sabía que era una de ellas. me puse a hablar. pasó una hora y un montón de gente, a mí me dio la impresión de que me contestaba porque sí, y quise irme. pero de repente empezó a hablar sin parar. y me habló de cosas extrañas, o que al menos no tienen mucho que ver con ellas. de su vida, de sus miles de años, de lo pesado que puede ser ocuparse de cosas como las que ella hace, de que nunca tenía tiempo para ella porque la andaban llamando de un lugar a otro todo el tiempo y que ya estaba aburrida de todo eso. aburrida, así, aburrida. estaba en eso cuando me eché a su lado, y su voz me empezó a arrullar. justo cuando me decía que odiaba el helado de mango. lo odiaba y sin embargo siempre tenía un litro en el refrigerador. alguien lo compraba sin que ella se lo pidiera. y como es maniática siempre sentía que tenía que hacer algo con eso, pero no iba a botarlo, ¿no?, que desperdicio; ¿y regalarlo?, ¿a quién? así que se lo comía (más bien se lo tragaba, porque lo odiaba). y al día siguiente, como ya no había más helado en la refrigeradora, otra vez aparecía otro litro. en esas se le habían estado pasando los últimos años, y como ni ella sabía quién se lo dejaba, no le había dicho a nadie, no se había quejado con nadie. cuando partió hacia consideraciones más generales el sol empezó a desparramarse sobre nosotros, sin misericordia. presa del ardor, la vi. ella me vio también. nos vimos. tanto que no podría decirte cómo es ella. la suya era la evidencia de mi casa: tuvo volumen. y el cielo giró sobre nuestras cabezas setenta veces siete veces. me tuve que aferrar a la hierba para no salir disparado, de tanto que se puso a girar, y cuando empecé a despegarme del suelo me aferré a ella. y nos amamos, y después nos dormimos sobre el pasto. pasó gente toda la tarde. cuando nos despertamos, la noche estaba encima de nosotros. entonces me pidió mi teléfono. y se fue. yo también me fui. eso fue hace dos semanas. ayer me llamó y yo no estaba