Querido Dios: jamás ha sido mi intención comprenderte. Va más allá de mi entendimiento comprender el sufrimiento y la angustia. Algunos hablan de aprendizaje. ¿El devenir humano esta en tus manos o en las nuestras? Aquellos griegos a los cuales tu permitiste llamarte de tantas maneras y representarte en tantas formas hablaban de los Destinos, inexorables y crueles, indiferentes y fríos, arriba de todo y de todos. Yo quisiera saber si nuestros destinos están escritos en los cielos o los formamos nosotros aqui en la tierra. Preguntas sin respuestas... ¿De donde venimos? ¿A dónde vamos? ¿Quienes somos?... Buscamos como dementes en la oscuridad, intentamos comprenderte con la razón, y solamente cuando tomamos entre nuestras manos las manos de un niño que aprieta las nuestras podemos sentirte junto a nosotros. Tu retrato está en sus sonrisas, ¿por qué desfigurarlas con el sufrimiento?... ¿por qué permitir que lleguen los peores a gobernar? ¿cuál es tu plan maestro?... Es una carta que espera una respuesta, pronta y expedita como debería ser la Justicia, asi con mayúsculas, pero que en nuestros países es con minúscula e inexistente. Odio al odio y sin embargo el fanatismo asesino en tu Nombre sigue como lava ardiente contaminando, las mentiras van y vienen, todos luchan en tu Nombre, todas las Iglesias te usan y Tú, ¿dónde estás? No es un reclamo, es solamente un ayúdanos, ayúdame por favor, protege a los míos, que los míios deberian ser toda la humanidad, pero mi corazon no es tan grande para abarcarla a toda como si es el Tuyo. Con afecto espero tus respuestas, espero no sean demasiado duras, ten piedad con un pobre imbécil como yo. J.P.C Por cierto una ultima pregunta, ¿qué me trajiste a hacer a este mundo?
J.P.C
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